miércoles, 14 de noviembre de 2012


PECAUCIONES A TOMAR EN UN TERREMOTO.
Un terremoto en sí mismo no ocasiona heridos, ni muertos, sino que éstos se producen debido a la falta de conocimiento o de educación sísmica de la población en lo relacionado con las precauciones más importantes que se deben tomar antes, durante y después de un terremoto, es que se ha redactado esta Cartilla. 
A raíz de todos estos aspectos y motivado por el deseo de ayudar a disminuir la falta de conocimiento e imprudencia de la gente que normalmente es afectada por derrumbes, caídas de estucos, cornisas u otros objetos de construcciones mal calculadas y mal diseñadas.


Antes de considerar algunas recomendaciones, es importante conocer los peligros que comúnmente afectan a la población durante un terremoto:
Derrumbes parciales de edificios, entre ellos caídas de cornisas, estucos, chimeneas, ladrillos. Derrumbes de


paredes, cielos de vulcanitas u otros.
• Caídas de letreros luminosos.
• Caída de estantes, muebles, artefactos de adorno, libros, entre otros.
• Explosión de vidrios y la caída de éstos aumentando la peligrosidad, dependiendo de la altura de la cual caigan.
• Caída de postes de alumbrado y teléfono. Además, del corte de líneas de alta tensión.
• Incendios generados por corto circuitos, rotura de matrices de gas de cañería y otros, agravándose por la falta de agua al dañarse las cañerías de agua potable.
• Pánico incontrolado de la población peatonal y movilizada.

PRECAUCIONES ANTERIORES A UN TERREMOTO
• Tome en cuenta que no todos los temblores son destructivos, solamente un bajo porcentaje de ellos.
• Inspeccione su casa, ubique los posibles lugares de riesgos y los lugares seguros que sirven de refugio en una emergencia sísmica, por ejemplo: bajo dinteles de puertas, una mesa firme, cadenas de muros.
• Nunca se deje llevar por el pánico huyendo en forma despavorida de su casa ni menos de lugares públicos.
• No deje obstáculos en el camino hacia puertas de escape y cerciórese de que éstas se abran fácilmente.
• Mantenga siempre a mano y en lugar seguro un bidón con agua fresca y dependiendo de los medios, una pequeña despensa con alimentos en conserva ricos en proteínas e hidratos de carbono.
• Conserve en un lugar seguro un bidón con agua fresca y dependiendo de los medios, una pequeña despensa con alimentos en conserva ricos en proteínas e hidratos de carbono.
• Tenga a mano un botiquín portátil de primeros auxilios con los utensilios necesarios para atender esguinces, luxaciones, heridas cortantes, entre otras. Además, procure la instrucción en primeros auxilios de los miembros de su familia.
• Enseñe a los miembros responsables de su familia, cómo suspender o cortar la electricidad, el gas y el agua desde las llaves principales.
• Mantenga conversaciones familiares en forma serena acerca de los temblores y otros desastres. Así todos juntos podrán pensar qué hacer durante un terremoto, prescindiendo del lugar en que se encuentren. Esta preocupación le proveerá ayuda a Ud. y a los suyos para actuar en forma serena y constructiva en una emergencia sísmica o de otra clase.
• No coloque en los balcones maceteros u otros objetos pesados sueltos.
• Fije a los muros de su casa las estanterías y no ponga en la parte alta objetos inestables pesados. Estos hasta con temblores de poca intensidad originan desgracias.

PRECAUCIONES DURANTE UN TERREMOTO
Nunca se deje llevar por el pánico y huya en forma despavorida de su casa, mantenga la calma y trate de tranquilizar a los demás. Piense en las consecuencias de cualquier acción que realice.
Si está en el exterior:
• No corra por las calles.
• Manténgase alejado de edificios altos, de paredes, postes de alumbrado y otros objetos que puedan caer, tales como cornisas, vidrios, chimeneas, adornos y otros.
• En lo posible diríjase a un lugar abierto, libre de peligros o en su defecto busque refugio en los portales de casas o edificios.
Si está en un automóvil:
• Pare en un lugar seguro, de preferencia una zona abierta y no salga del vehículo.

Si está en un lugar público y concurrido:
• No se precipite a las salidas, pues todos querrán hacer lo mismo, busque refugio según las indicaciones dadas para protegerse en los interiores. Si es necesario salir, sea cauteloso al elegir la salida. Sea cuidadoso.

Si está en el interior de una casa o edificio:
• Debe tener cuidado con los muebles que pueden correrse o volcarse, tales como, bibliotecas altas, vitrinas, estanterías, entre otros.
• No permanezca cerca de ventanales o espejos. Recuerde que éstos pueden estallar.
• En caso de peligro protéjase debajo de una mesa, escritorio, cama, etc.
• Al estar en un edificio alto no se precipite a las salidas, corre allí mucho más riesgos que en el interior de su oficina o Depto. Recuerde que se interrumpe la electricidad en los ascensores, las escalas pueden estar rotas y congestionadas.
• En los establecimientos educacionales, los Profesores deben mantener la calma de los alumnos y evitar que éstos se agolpen a la salida del aula. El refugio más adecuado es debajo de sus propios pupitres o bancos escolares, para protegerse de las posibles caídas de estucos, cielos rasos y otros.

PRECAUCIONES PARA DESPUES DE OCURRIDO UN TERREMOTO.
• Cerciórese de que no haya heridos en su familia, si los hay, no mueva aquellos que tengan heridas serias a menos que estén expuestos a peligros inmediatos que le ocasionen nuevas heridas.
• No transite con los pies descalzos.
• Esté atento a los lugares donde hay o hubo incendios.
• Cierre las llaves principales del agua, gas y electricidad. Muchas veces por el olvido de estas precauciones se han producido incendios, explosiones y pérdidas importantes de agua aún después de muchas horas de acontecido el sismo.
• No encienda fósforos, encendedores o artefactos de llamas abiertas. Se pueden producir explosiones por la pérdida de gas en algún lugar.
• No prenda ni apague artefactos eléctricos ni interruptores, si sospecha que hay pérdida de gas. Estos originan chispas que pueden encender el gas.
• Cuídese de cables eléctricos caídos o de objetos en contacto con éstos.
• No emplee el teléfono para cosas que no sean de extrema urgencia. Si desea información, utilice la radio portátil en la cual podrá obtener una relación de los daños ocasionados por el desastre y el área que abarca éste.
• Si su sistema de alcantarillado u otro servicio de su hogar y alrededores ha sufrido deterioro, comunique esto al organismo de emergencia respectivo a la brevedad, para evitar contaminación o interrupción de los servicios públicos.
• Cerciórese de que su casa se encuentra libre de riesgos de derrumbes u otros efectos, ya que, normalmente, después del sismo principal se producen réplicas, las cuales son de menor intensidad, pero algunas tienen la suficiente fuerza como para ocasionar derrumbes de edificios o casas afectadas por el primer evento.
• Manténgase alejado de chimeneas, cornisas y muros agrietados o semi destruídos. No olvide que a veces se ocasionan derrumbes posteriores al sismo.
• Recuerde que las Fuerzas Armadas, Carabineros, Policía Civil, Cruz Roja, Bomberos y Defensa Civil tienen la misión de resguardar y amparar a los habitantes. Recurra a ellos por ayuda en estas desgracias.
• No transite por las calles más afectadas por el terremoto. Mantenga las calles despejadas para no entorpecer el tránsito de vehículos o personal de emergencia.
• Si está en la costa, no transite por las playas ni en las zonas próximas a éllas. Recuerde que algunas terremotos con epicentro en el mar y de una magnitud considerable generan olas marinas llamadas Maremotos, dentro de la siguientes horas en que ha ocurrido el sismo.
• Coopere, preste ayuda y dé atención especial a las solicitudes y ordenanzas dispuestas por los organismos de emergencia y protección pública. Acate todas las instrucciones emitidas por dichas organizaciones.

Son muchos los peligros que existen durante los terremotos y no existen reglas específicas para evitarlos. Pero, si actuamos con conciencia sísmica, manteniendo la calma y ayudando a otros a que la tengan, aplicando los simples pero no menos importantes consejos impartidos en esta Cartilla, podremos disminuir en una gran proporción los accidentes personales y materiales y su escuela de dolor y destrucción.
Magnitud e Intensidad 
¿Qué diferencia existe entre magnitud e intensidad?
La magnitud es un parámetro que ayuda a determinar la cantidad de energía liberada durante un sismo. Ésta es un valor único que se obtiene a partir de las características que muestra el sismo en los sismogramas.
La intensidad es una medida que evalúa el daño ocasionado por un sismo en un lugar específico.

Hipocentro y epicentro
Siempre que hay un sismo oímos hablar de los hipocentros y los epicentros, pero ¿cuál será la diferencia entre ellos? Es muy simple, el hipocentro es el punto bajo la tierra donde se origina el sismo, es decir, donde se libera la energía que produce el terremoto. Mientras que el epicentro es el punto sobre la superficie de la tierra que está justo arriba delhipocentro, y por lo general es la zona más dañada por el sismo. Pero esto no siempre es así, ya que han existido casos en que la ruptura de la tierra es tan grande, que los mayores daños han sido en un lugar diferente al epicentro.

Términos para clasificar la actividad sísmica 
Escala Richter y Escala Mercalli

Uno de los mayores problemas para la medición de un terremoto es la dificultad inicial para coordinar los registros obtenidos por sismógrafos ubicados en diferentes puntos ("Red Sísmica"), de modo que no es inusual que las informaciones preliminares sean discordantes ya que se basan en informes que registraron diferentes amplitudes de onda. Determinar el área total abarcada por el sismo puede tardar varias horas o días de análisis del movimiento mayor y de sus réplicas. La prontitud del diagnóstico es de importancia capital para echar a andar los mecanismos de ayuda en tales emergencias. A cada terremoto se le asigna un valor de magnitud (Richter) único, pero la evaluación se realiza, cuando no hay un número suficiente de estaciones, principalmente basada en registros que no fueron realizados forzosamente en el epicentro sino en puntos cercanos. De allí que se asigne distinto valor a cada localidad o ciudad e interpolando las cifras se consigue ubicar el epicentro.
Una vez coordinados los datos de las distintas estaciones, lo habitual es que no haya una diferencia asignada mayor a 0.2 grados para un mismo punto. Esto puede ser más difícil de efectuar si ocurren varios terremotos cercanos en tiempo o área.
Aunque cada terremoto tiene una magnitud única, su efecto variará grandemente según la distancia, la condición del terreno, los estándares de construcción y otros factores.
Resulta más útil entonces catalogar cada terremoto según su energía intrínseca. Esta clasificación debe ser un número único para cada evento, y este número no debe verse afectado por las consecuencias causadas, que varían mucho de un lugar a otro según mencionamos en el primer párrafo.

Magnitud de Escala Richter
(Se expresa en números árabes)
Representa la energía sísmica liberada en cada terremoto y se basa en el registro sismográfico.
Es una escala que crece en forma potencial o semilogarítmica, de manera que cada punto de aumento puede significar un aumento diez o más veces mayor de la magnitud de las ondas (vibración de la tierra), pero la energía liberada aumenta 32 veces. Una magnitud 4 no es el doble de 2, sino que 100 veces mayor.
(El Doctor en física de la Universidad de Barcelona, Sr. Josep Vila, nos aporta que entre magnitud 2 y magnitud 4, lo que aumenta 100 veces sería la amplitud de las ondas y no la energía. La energía aumentaría un factor 33 cada grado de magnitud, con lo cual sería 1000 veces cada dos unidades)
Magnitud en Escala Richter Efectos del terremoto

Menos de 3.5
Generalmente no se siente, pero es registrado

3.5 - 5.4
A menudo se siente, pero sólo causa daños menores
5.5 - 6.0
Ocasiona daños ligeros a edificios
6.1 - 6.9
Puede ocasionar daños severos en áreas muy pobladas.
7.0 - 7.9
Terremoto mayor. Causa graves daños
8 o mayor
Gran terremoto. Destrucción total a comunidades cercanas.

(NOTA: Esta escala es "abierta", de modo que no hay un límite máximo teórico,

salvo el dado por la energía total acumulada en cada placa, lo que sería una limitación

de la Tierra y no de la Escala)

El gran mérito del Dr. Charles F. Richter (del California Institute for Technology, 1935) consiste en asociar la magnitud del Terremoto con la "amplitud" de la onda sísmica, lo que redunda en propagación del movimiento en un área determinada. El análisis de esta onda (llamada "S") en un tiempo de 20 segundos en un registro sismográfico, sirvió como referencia de "calibración" de la escala. Teóricamente en esta escala pueden darse sismos de magnitud negativa, lo que corresponderá a leves movimientos de baja liberación de energía.

Intensidad en Escala de Mercalli
(Modificada en 1931 por Harry O. Wood y Frank Neuman)
Se expresa en números romanos.
Creada en 1902 por el sismólogo italiano Giusseppe Mercalli, no se basa en los registros sismográficos sino en el efecto o daño producido en las estructuras y en la sensación percibida por la gente. Para establecer la Intensidad se recurre a la revisión de registros históricos, entrevistas a la gente, noticias de los diarios públicos y personales, etc. La Intensidad puede ser diferente en los diferentes sitios reportados para un mismo terremoto (la Magnitud Richter, en cambio, es una sola)y dependerá de
a)La energía del terremoto,
b)La distancia de la falla donde se produjo el terremoto,
c)La forma como las ondas llegan al sitio en que se registra (oblícua, perpendicular, etc,)
d)Las características geológicas del material subyacente del sitio donde se registra la Intensidad y, lo más importante,
e)Cómo la población sintió o dejó registros del terremoto.

Los grados no son equivalentes con la escala de Richter. Se expresa en números romanos y es proporcional, de modo que una Intensidad IV es el doble de II, por ejemplo.

Grado I
Sacudida sentida por muy pocas personas en condiciones especialmente favorables.
Grado II
Sacudida sentida sólo por pocas personas en reposo, especialmente en los pisos altos de los edificios. Los objetos suspendidos pueden oscilar.
Grado III
Sacudida sentida claramente en los interiores, especialmente en los pisos altos de los edificios, muchas personas no lo asocian con un temblor. Los vehículos de motor estacionados pueden moverse ligeramente. Vibración como la originada por el paso de un carro pesado. Duración estimable
Grado IV
Sacudida sentida durante el día por muchas personas en los interiores, por pocas en el exterior. Por la noche algunas despiertan. Vibración de vajillas, vidrios de ventanas y puertas; los muros crujen. Sensación como de un carro pesado chocando contra un edificio, los vehículos de motor estacionados se balancean claramente.
Grado V
Sacudida sentida casi por todo el mundo; muchos despiertan. Algunas piezas de vajilla, vidrios de ventanas, etcétera, se rompen; pocos casos de agrietamiento de aplanados; caen objetos inestables . Se observan perturbaciones en los árboles, postes y otros objetos altos. Se detienen de relojes de péndulo.
Grado VI
Sacudida sentida por todo mundo; muchas personas atemorizadas huyen hacia afuera. Algunos muebles pesados cambian de sitio; pocos ejemplos de caída de aplanados o daño en chimeneas. Daños ligeros.
Grado VII
Advertido por todos. La gente huye al exterior. Daños sin importancia en edificios de buen diseño y construcción. Daños ligeros en estructuras ordinarias bien construidas; daños considerables en las débiles o mal planeadas; rotura de algunas chimeneas. Estimado por las personas conduciendo vehículos en movimiento.
Grado VIII
Daños ligeros en estructuras de diseño especialmente bueno; considerable en edificios ordinarios con derrumbe parcial; grande en estructuras débilmente construidas. Los muros salen de sus armaduras. Caída de chimeneas, pilas de productos en los almacenes de las fábricas, columnas, monumentos y muros. Los muebles pesados se vuelcan. Arena y lodo proyectados en pequeñas cantidades. Cambio en el nivel del agua de los pozos. Pérdida de control en la personas que guían vehículos motorizados.
Grado IX
Daño considerable en las estructuras de diseño bueno; las armaduras de las estructuras bien planeadas se desploman; grandes daños en los edificios sólidos, con derrumbe parcial. Los edificios salen de sus cimientos. El terreno se agrieta notablemente. Las tuberías subterráneas se rompen.
Grado X
Destrucción de algunas estructuras de madera bien construidas; la mayor parte de las estructuras de mampostería y armaduras se destruyen con todo y cimientos; agrietamiento considerable del terreno. Las vías del ferrocarril se tuercen. Considerables deslizamientos en las márgenes de los ríos y pendientes fuertes. Invasión del agua de los ríos sobre sus márgenes.
Grado XI
Casi ninguna estructura de mampostería queda en pie. Puentes destruidos. Anchas grietas en el terreno. Las tuberías subterráneas quedan fuera de servicio. Hundimientos y derrumbes en terreno suave. Gran torsión de vías férreas.
Grado XII
Destrucción total. Ondas visibles sobre el terreno. Perturbaciones de las cotas de nivel (ríos, lagos y mares). Objetos lanzados en el aire hacia arriba.

Efectos de la actividad volcánica y la contaminación que producen.

La actividad volcánica es una fuente natural de contaminación, la cual aporta una cantidad considerable de contaminantes, principalmente a la atmósfera. Se ha documentado que dicha actividad representa riesgos para los ecosistemas y las poblaciones humanas que se ubican cerca de los edificios volcánicos, no obstante se ha descrito que incluso organismos que se localizan a distancias considerables de las zonas con actividad volcánica también pueden verse afectados. Dentro de los principales riesgos volcánicos destacan la emisión de ceniza y gases, relacionándose con la cantidad y el número de exposiciones a dichos eventos. En este contexto, la colaboración entre vulcanólogos, meteorólogos, químicos, biólogos, agrónomos y profesionales de la salud permitirá mitigar los riesgos de la actividad volcánica.
El objetivo de esta revisión es presentar los riesgos para el medio ambiente y la salud asociados con la emisión de ceniza volcánica.
Actividad volcánica y sus efectos en el ambiente.
Se han denominado volcanes de mayor riesgo a los que tienen probabilidades de experimentar una erupción explosiva en décadas o en menos tiempo, que carecen de análisis exhaustivo o monitoreo actualizado y que están rodeados por grandes poblaciones. La prevención de riesgos volcánicos depende del tipo de actividad que presente el volcán. Tales actividades van desde las columnas verticales de ceniza con alturas de diez a cuarenta kilómetros, cargadas de fragmentos de variados tamaños, hasta las caracterizadas por la circulación de una emulsión de ceniza caliente y densa, particularmente devastadora debido a su temperatura, que puede alcanzar los 500 ºC, y a su velocidad, entre diez y cien metros por segundo (Zimanowskiet al., 2002; Avery, 2003).
La actividad volcánica acaecida en Indonesia a finales del siglo XIX, provocó efectos claramente perceptibles por la cantidad de ceniza liberada. Las corrientes atmosféricas propiciaron su dispersión alrededor del planeta, provocando el llamado año sin verano, debido a un oscurecimiento generalizado y un descenso marcado de la temperatura provocado por el material particulado suspendido (Carrillo, 1994).
Las erupciones explosivas del Monte Santa Helena en Washington en 1980 y la del Pinatubo en Filipinas 1991 representaron un importante riesgo, especialmente este último, que arrojó una cantidad colosal de sulfatos a la estratosfera, lo que provocó un descenso de la temperatura mundial que se prolongó durante dos años (Brasseur, 1992; Krees, 1997). La erupción del Monte Santa Helena fue mayor que la registrada por el Chichón en México en 1982, pero expulsó menos aerosoles a la atmósfera. La mayoría de las partículas emitidas por el Monte Santa Helena fueron grandes y sedimentaron desde la atmósfera en cuestión de semanas. Por su parte, el Chichón produjo una cantidad mayor de azufre, el cual formó dióxido de azufre, que después de reaccionar con el vapor de agua en la estratosfera, dio paso a una bruma de gotas de ácido sulfúrico, caracterizadas por su estabilidad química y sus elevados tiempos de sedimentación. Las predicciones del efecto final de la nube de polvo producida por el Chichón sobre el clima fueron que la nube provocaría un enfriamiento global en la superficie de la Tierra de 0.3 ºC (Dollberg et al., 1986; Nicholls, 1996).
El estudio referente a las partículas suspendidas en la atmósfera de las zonas urbanas y rurales cercanas al volcán de Colima en México, reveló la presencia de material particulado con un tamaño comprendido entre 2.5 y 10 micras, partículas que fueron asociadas con padecimientos en vías respiratorias (Miranda et al., 2004). México alberga a 22 de los 300 volcanes activos del mundo que, junto con Centroamérica y la zona andina, constituyen las regiones geográficas con mayor actividad volcánica en el mundo. En México han sido trece los volcanes que han producido erupciones en tiempos históricos, actividad originada por la dinámica en la zona de subducción del Pacífico, las fallas Montagua-Polochic, la falla Rivera y la reactivación de la falla que de este a oeste configura el Eje Neovolcánico Transmexicano (Plan de contingencias del volcán Popocatépetl, Puebla 1995).
Efectos en diversos organismos.
La evaluación realizada posteriormente a la erupción del volcán Irazu en Costa Rica (1963-1965) mostró que la ceniza altera significativamente las condiciones ecológicas de diversas poblaciones de insectos (Willie y Fuentes, 1975), mientras que en
Alaska se contabilizaron pérdidas económicas por los cambios adversos sufridos por comunidades de salmón debido a las condiciones ambientales derivadas de la actividad volcánica (Dorova y Milner, 1999). Por su parte, Vandergast et al. plantean que la actividad volcánica influye en la estructura genética de poblaciones de invertebrados en Hawai, lo que condiciona la fragmentación, el crecimiento masivo y el potencial para una evolución acelerada.
Actualmente los estudios de contaminación ambiental se ven favorecidos por la utilización de modelos experimentales, buscando con esto interpretar de la mejor manera posible la interacción medio ambiente-ser vivo. Los resultados de los diversos trabajos experimentales sugieren que la influencia de un factor ambiental, ya sea físico, químico o biológico, representa una fuente potencial de desequilibrio en los sistemas reguladores de los organismos
Los efectos causados por la contaminación han permitido detectar manifestaciones y alteraciones, tanto en el hombre como animales, que aún no han sido bien definidas. Por ejemplo, la exposición de un grupo de ratas a cenizas, no favoreció la susceptibilidad a la infección por citomegalovirus; sin embargo, la infección por estreptococos provocó la muerte de los animales a las 24 horas .
Trabajos relacionados con la exposición a la inhalación de ceniza volcánica en modelos animales indican un aumento de los niveles de fibrinógeno en plasma y un incremento en el porcentaje de leucocitos polimorfonucleares, principalmente eosinófilos, así como una disminución del porcentaje de macrófagos a nivel alveolar. Por su parte, los estudios citogenéticas en animales que han sido expuestos a diferentes concentraciones y tipos de contaminantes ambientales muestran una elevada frecuencia de células alteradas
El estudio de exposición a la inhalación de la ceniza volcánica procedente del Monte Santa Helena, a un grupo de hámsters (dos horas diarias durante un año), permitió detectar cambios en la función pulmonar y en la arquitectura del tejido de los animales, caracterizado por alveolitis y áreas con fibrosis, y a nivel traqueal, reducción en la actividad ciliar y cambios citomorfológicos. Así mismo, se observó la llegada de neutrófilos que regulan la adhesión local de moléculas, induciendo quimiotaxis de células inflamatorias en las vías aéreas.
Efectos en poblaciones humanas y mecanismos de daño.
La exposición a cenizas y sus efectos en la salud tienen como antecedentes la presencia de broncoespamos de la vía aérea en infantes, posterior a la erupción del volcán Soufriere. También se han registrado la aparición de síntomas respiratorios como disminución en el flujo expiratorio forzado (FEV) y aumento en la sintomatología respiratoria en poblaciones que se localizaron a 24 y 50 kilómetros del edificio volcánico, como sucedió durante la actividad del volcán Sakurajima en Japón y el Monte Santa Helena en Washington (Johnson et al., 1982; Baxter et al., 1983; Yano et al., 1990).
Estudios epidemiológicos referentes a la actividad del volcán Masaya en Nicaragua, revelaron casos de irritación de la piel y de las vías aéreas (Baxter et al., 1993). Las implicaciones en la salud de poblaciones cercanas al volcán Yasur en Tanna- Nueva Zelanda se caracterizaron por alteraciones respiratorias, estrés y por la aparición de fluorosis a nivel óseo y dental (Cronin y Sharp, 2002).
La evaluación de la exposición ocupacional a ceniza volcánica de los guardabosques en Washington, mostró una disminución en los niveles de C3 y C4 (factores de complemento; proteinas involucradas en el proceso de inflamación) con respecto al grupo de referencia, además de un marcado descenso de los niveles de inmunoglobulina G (IgG) en el suero después de un año de exposición a la ceniza volcánica. Los datos plantean que la exposición a la inhalación de ceniza afecta las funciones inmunológicas (Olenchock et al., 1983).
Estudios epidemiológicos realizados en Biancavilla, una población al oeste de Sicilia localizada en un área volcánica, han revelado el incremento en la incidencia de mesotelioma pleural maligno, carcinoma, fibrosis pulmonar y daños en el ADN.
Estos efectos se relacionan con la exposición que presenta la población a rocas de origen volcánico y que contienen fibras amfíbolas. El tipo de reactividad biológica de las fibras amfíbolas es parecido al de las fibras de asbestos, las cuales se sabe que inducen fibrosis inflamatoria a nivel pulmonar y daños en el ADN a largo plazo, ocasionando carcinoma y mesotelioma pulmonar (Rapisarda et al., 2003; Umran, 2003).
El diagnóstico referente a los efectos sobre la función pulmonar en personas expuestas a cenizas del volcán Popocatépetl, durante el periodo de diciembre de 1994 a enero de 1995, indujo la presencia de alteraciones en la función pulmonar en una proporción mayor a la que se esperaría en una población con baja prevalencia de tabaquismo. De esta forma, se sugiere que el patrón restrictivo corresponde a la inflamación de la vía aérea y del intersticio pulmonar (Rojas et al., 1995; Rojas et al., 1996). En la Tabla 1 se muestran diversos trabajos referentes a los efectos derivados de la exposición a ceniza volcánica, de forma natural o experimental.
Es importante mencionar que la capacidad para inducir daño por parte de las muestras de ceniza difiere, ya que no presenta la misma capacidad hemolítica una muestra de ceniza de un evento explosivo reciente con respecto a una muestra de ceniza sedimentada, de óxido de titanio o del compuesto tóxico conocido como polvo de cuarzo.
Como es evidente los síntomas son difíciles de atribuir a una enfermedad específica y menos en nuestro medio, en el que las manifestaciones son comúnmente causadas por la desnutrición, las enfermedades parasitarias o las infecciones crónicas. Tal es el caso de la etiología de las enfermedades autoinmunes que pueden ser multifactoriales (estando involucrados la genética, aspectos hormonales, inmunológicos o factores ambientales). Los factores ambientales son diversos y los más comunes incluyen infecciones por virus, bacterias y parásitos, los cuales se pueden asociar a PM10 y PM2.5 (Seaton et al., 1995; Michaud et al., 2004; Agopyan et al., 2004), además de la presencia de hidrocarburos aromáticos policíclicos, partículas de mercurio y radón en el ambiente (Stracquadanio et al., 2003; Nriagu y Becker, 2003; D´Alessandro y Vita, 2003).
Se sabe que los macrófagos pulmonares participan en la eliminación de partículas inhaladas, demostrándose que los asbestos inhalados activan factores quimiotácticos dependientes del complemento en la superficie alveolar, que facilitan el reclutamiento de macrófagos a sitios de depósitos fibrosos. No obstante, se ha determinado que la exposición a ceniza volcánica no siempre induce la acumulación de macrófagos. Esto sugiere que, debido a las características fisicoquímicas de las cenizas, en ciertas ocasiones se puede activar el complemento y, consecuentemente, atraer macrófagos (Warheit et al.,1988). También se ha demostrado que durante la exposición continua a la inhalación de polvo fino la afección se puede complicar con algún tipo de infección; por tanto, la importancia de investigar los contaminantes en la atmósfera radica en conocer los riesgos que suponen para la salud y el tiempo que pueden permanecer en el ambiente sin que se desarrollen lesiones definitivas (Yano et al., 1986; Mentasi, 1995; Bonner et al., 1998). Cuando la presencia de la causa irritadora o de sus consecuencias inmediatas se prolongan, el proceso de defensa tisular puede dar lugar a la fibrosis, iniciándose en cualquier punto de la estructura broncopleuropulmonar. La fibrosis puede ser localizada y considerada como cicatricial o terminal, pero si persiste, la fibrosis será evolutiva y aumentará en intensidad y en extensión llegando a ser total. En ocasiones la fibrosis puede iniciarse de forma simultánea en varios puntos y, si es progresiva, llegar a confluir. Por su parte, los mecanismos inmunológicos pueden ser los responsables de las alteraciones en la arquitectura del pulmón como consecuencia de la exposición a partículas contaminantes (George et al., 1997; Hansell, 2003). Los estudios de campo y laboratorio indican que la exposición moderada a la ceniza volcánica puede dar paso a enfermedades respiratorias e incluso a la fibrosis pulmonar (Beck et al., 1981; Vallyathan et al., 1983; Bernstein et al., 1986; Martín et al., 1986; Malilay et al., 1996; Housley et al., 2002).
Efectos de la actividad volcanica

Tipos de erupciones volcánicas Dependiendo de la temperatura de los magmas, de la cantidad de productos volátiles que acompañan a las lavas y de su fluidez (magmas básicos) o viscosidad (magmas ácidos), los tipos de erupciones pueden ser:

Hawaiano: Sus lavas son muy fluidas, sin que tengan lugar desprendimientos gaseosos explosivos; estas lavas se desbordan cuando rebasan el cráter y se deslizan con facilidad, formando verdaderas corrientes a grandes distancias. Algunas partículas de lava, al ser arrastradas por el viento, forman hilos cristalinos que los nativos llaman cabellos de la diosa Pelé (diosa del fuego). Son los más comunes en el mundo.
Stromboliano: Recibe el nombre del Stromboli, volcán de las islas Lípari (mar Tirreno), al Norte de Sicilia. La lava es fluida, desprendiendo gases abundantes y violentos, con proyecciones de escorias, bombas y lapilli. Debido a que los gases pueden desprenderse con facilidad, no se producen pulverizaciones o cenizas. Cuando la lava rebosa por los bordes del cráter, desciende por sus laderas y barrancos, pero no alcanza tanta extensión como en las erupciones de tipo hawaiano.
Vulcaniano: Del nombre del dios Vulcano en las islas Lípari. Se desprenden grandes cantidades de gases de un magma poco fluido, que se consolida con rapidez; por ello las explosiones son muy fuertes y pulverizan la lava, produciendo mucha ceniza, lanzada al aire acompañada de otros materiales fragmentarios. Cuando la lava sale al exterior se consolida rápidamente, pero los gases que se desprenden rompen y resquebrajan su superficie, que por ello resulta áspera y muy irregular, formándose lavas cordadas.
Vesubiano: Difiere del vulcaniano en que la presión de los gases es muy fuerte y produce explosiones muy violentas. Forma nubes ardientes que, al enfriarse, producen precipitaciones de cenizas, que pueden llegar a sepultar ciudades, como le ocurrió a Pompeya y el Vesubio.
Maar: Los volcanes de tipo maar se encuentran en aguas someras, o presentan un lago en el interior de un cráter. Sus explosiones son extraordinariamente violentas ya que a la energía propia del volcán se le suma la expansión del vapor de agua súbitamente calentado, son explosiones freáticas. Normalmente no presentan emisiones lávicas ni extrusiones de rocas.
Krakatoano: Una explosión volcánica muy terrible, fue la del volcán Krakatoa. Originó una tremenda explosión y enormes maremotos. Se cree que este tipo de erupciones es debido a la entrada en contacto de la lava ascendente con el agua o con rocas mojadas, por ello se denominan erupciones freáticas.
Erupciones fisurales:>Se originan en una larga dislocación de la corteza terrestre, desde unos metros; hasta varios Km. La lava que fluye a lo largo de la rotura es fluida y recorre grandes extensiones formando amplias mesetas, con 1 ó más Km. de espesor y miles de km². Ejemplos de vulcanismo fisural es la meseta del Deccan (India).
Índice de explosividad volcánica
Es una escala de 8 grados, con la que los vulcanólogos miden la magnitud de una erupción volcánica. El índice es el producto de la combinación de varios factores mensurables y o apreciables de la actividad volcánica. Por ejemplo, se considera el volumen total de los productos expulsados por el volcán (lava, piroclastos, ceniza volcánica), altura alcanzada por la nube eruptiva, duración de erupción, inyección troposférica y estratosféricade productos expulsados, y algunos otros factores sintomáticos del nivel de explosividad.

Los valores asignados por el IEV corresponden a los siguientes grados de erupción de un volcán:
0:No explosiva
1:Pequeña erupción
2:Erupción moderada
3:Moderadamente grande
4:Grande
5:Muy grande
6 a 8: Erupción cataclísmica.

Composición y estructura de las erupciones volcánicas
Hay diversas clases de actividad y de erupciones volcánicas:
erupciones (erupciones de vapor)
erupción explosiva de lava (con cantidad alta de silicatos)
erupción efusiva de la lava (con cantidad alta de silicatos(e.g., basalto)
flujos lahares
emisión piroclásticos.

Todas estas actividades pueden presentar un peligro para los seres humanos.
Los terremotos, las fumarolas, y los géiseres acompañan a menudo actividad volcánica. Las concentraciones de diversos gases volcánicos pueden variar considerablemente a partir de un volcán al siguiente.
El vapor de agua es típicamente el gas volcánico más abundante, seguido por el dióxido de carbono y el dióxido de sulfuro.
Otros gases volcánicos principales incluyen el sulfuro de hidrógeno, el cloruro de hidrógeno, y el fluoruro de hidrógeno. Una gran cantidad de gases en menor cantidad también se encuentran en las emisiones volcánicas, por ejemplo: hidrógeno, monóxido de carbono,compuestos orgánicos, y cloruros volátiles.
Las erupciones volcánicas fuertes, explosivas, expulsan el vapor de agua (H2O), el dióxido de carbono (CO2), el dióxido de sulfuro (SO2), el cloruro de hidrógeno (HCl), el fluoruro del hidrógeno (HF) y la ceniza (roca y piedra pómez pulverizadas) que llegan a la estratosfera a alturas de 16-40 kilómetros sobre la superficie de la Tierra. Los impactos más significativos de estas inyecciones vienen de la conversión del dióxido de sulfuro ácido sulfúrico (H2SO4), que condensa rápidamente en la estratosfera para formar los aerosoles finos de sulfato. Los aerosoles aumentan el albedo (porcentaje de la radiación solar reflejada al espacio) y refrescan así la atmósfera más baja o la troposfera de la Tierra; sin embargo, también absorben el calor irradiado por la Tierra, de modo que calientan la estratosfera.
Varias erupciones durante el último siglo han causado una disminución de la temperatura media en la superficie de la Tierra hasta un cuarto de grado centígrado durante períodos de hasta tres años.
Los aerosoles de sulfato también provocan reacciones químicas complejas en sus superficies que alteran la clorina y el nitrógeno en la estratosfera. Este efecto, junto con la clorina estratosférica creciente nivela la contaminación por CFC, genera monóxido de clorina, que destruye el ozono (O3). Mientras que los aerosoles crecen y coagulan, se colocan en la troposfera superior donde sirven de núcleos para los cirros y modifican el equilibrio de la radiación de la Tierra.
La mayor parte de el cloruro de hidrógeno (HCl) y el fluoruro del hidrógeno (HF) se disuelven en las gotitas de agua de la nube generada por la erupción y bajan rápidamente a la Tierra como lluvia ácida. La ceniza inyectada también cae rápidamente de la estratosfera; la mayor parte desaparece de la atmósfera en varios días a algunas semanas. Finalmente, las erupciones volcánicas explosivas lanzan el dióxido de carbono del gas del invernadero y proporcionan así una fuente profunda de carbón para los ciclos biogeoquímicos. Las emisiones de gas de los volcanes son un contribuidor natural a la lluvia ácida. La actividad volcánica lanza cerca de 130 a 230 teragramos de dióxido de carbono al año.
Las erupciones volcánicas pueden inyectar los aerosoles en la atmósfera de la tierra. Las inyecciones grandes pueden causar efectos visuales tales como puestas del sol inusualmente rojas y afectar clima global principalmente refrescándolo. Las erupciones volcánicas también proporcionan la ventaja de agregar fertilizantes al suelo. Estos suelos fértiles facilitan el crecimiento de plantas y de varias cosechas. Las erupciones volcánicas pueden también crear las islas nuevas, pues el magma se solidifica en el agua
Los componentes principales de gases volcánicos son el vapor de agua (H2O), dióxido de carbono (CO2), sulfuro como el dióxido de sulfuro (SO2) (gases volcánicos de alta temperatura) o sulfuro del hidrógeno (H2S) (gases volcánicos a baja temperatura), nitrógeno, argón, helio, neón, metano, monóxido de carbono e hidrógeno. Otros compuestos detectados en gases volcánicos son oxígeno (meteórico), HCl, HF, HBr, NOx, SF6 y compuestos orgánicos. Hay también rastro de compuestos exóticos del incluyen el mercurio, CFCs, y radicales metílicos del óxido del halógeno.
Consecuencias de las erupciones
En la siguiente gráfica se puede apreciar las consecuencias de la actividad volcánica. La siguiente gráfica muestra la temperatura de la superficie de troposfera. Los gases responsables del efecto invernadero hacen que la troposfera se caliente. En cambio los aerosoles derivados de SO hacen que la luz solar se refleje al espacio, provocando la disminución de temperatura de troposfera y de la Tierra. Se puede ver que durante los años con grandes erupciones la temperatura media se disminuye debido a que los gases que expulsa el volcán contienen SO2 que provoca el enfriamiento.



Evolución de los forzamientos radiativos entre 1880 y 2003 según el modelo del GISS (Instituto Goddard de Estudios Espaciales) de la NASA.


Los flujos verticales medios de energía en el sistema terrestre (atmósfera y superficie), en watios por metro cuadrado se explican detenidamente en el balance energético terrestre.
Por la parte superior de la atmósfera entran 342 W/m2 de energía solar. El dióxido de carbono (CO2) es transparente a la luz solar pero opaco a la radiación infrarroja terrestre, por lo que calienta la atmósfera y la superficie así que ésta irradia en forma de ondas infrarrojas 390 W/m2. Tanto en la superficie como en el tope de la atmósfera como en la propia atmósfera la suma de la energía entrante y saliente están equilibrados.
La parte del efecto invernadero causado por el incremento de CO2 debido a las emisiones antrópicas supone en la actualidad un aumento radiativo de 1,4 W/m2, que se añaden a los 324 W/m2 de radiación infrarroja absorbida por el suelo (efecto invernadero natural que mantiene la superficie de la Tierra a una temperatura media de unos 15ºC en vez de a -18ºC, que sería la temperatura si no hubiese atmósfera). El incremento del metano antrópico añade 0,7 W/m2 y el ozono troposférico, el óxido nitroso y la carbonilla un poco más (ver forzamientos).
Tras una erupción importante, la troposfera tiende a enfriarse en una primera fase por el efecto preponderante del SO2. El enfriamiento puede durar uno o dos años, dependiendo de la altura que alcanzan los gases y del contenido de SO2. Luego, en una segunda fase, los aerosoles de azufre sedimentan y, si la erupción contiene también CO2, este gas puede quedar en el aire durante mucho más tiempo; calentándola.



Otras consecuencias inmediatas o a corto plazo:
Efectos sobre el entorno
Tormenta de cenizas: la erupción volcánica expulsa por el aire o por medio de una columna de gases pedazos de lava que, según su tamaño, serán cenizas, arena, bloques... Las cenizas pueden producir incendios forestales, además de cubrir tierras dedicadas a la agricultura y tejados -hasta derrumbarlos-, destruir cosechas o impedir las siembras temporalmente.
Flujos de fuego: las rocas calientes, de muy diversos tamaños y envueltos en gases que se desplazan como un fluido por las laderas de los volcanes, pueden alcanzar temperaturas de varios cientos de grados y velocidades entre los 50 y 150 kilómetros por hora. Se trata de los productos volcánicos más destructivos y mortales, ya que arrasan lo que encuentran a su paso, incluidas construcciones o cualquier forma de vida debido a su fuerza y alta temperatura.
Avalanchas de barro: se componen de fragmentos de rocas, cenizas, sedimentos y gran cantidad de agua, lo que hace que fluyan rápidamente pendiente abajo debido a su gran capacidad de arrastre. Estas avalanchas se llevan suelos, vegetación, rocas y todos los objetos que se encuentran a su paso, formando enormes ríos de lodo y piedras. Han llegado a enterrar poblaciones enteras y a modificar el cauce de grandes ríos.
Ríos de lava: se producen por el derrame de roca fundida que emite el volcán, aunque rara vez ocasionan víctimas ya que descienden lentamente. Estos ríos destruyen todo lo que encuentran a su paso por incineración, choque y sepultamiento. Otro efecto son los incendios forestales que provocan la desaparición de bosques enteros. También se originan elevaciones montañosas.
Gases y lluvia ácida: el magma contiene gases disueltos que son liberados por las erupciones hacia la atmósfera, normalmente tóxicos y peligrosos para la vida vegetal y animal. Los gases pueden causar efectos nocivos especialmente en el área cercana al macizo volcánico (5 kilómetros), aunque en algunos países los han provocado hasta a 30 kilómetros de distancia del punto de emisión. La lluvia ácida afecta principalmente los ojos, la piel y al sistema respiratorio de las personas. También causa daños a cosechas y animales que comen la vegetación afectada. En ocasiones, las gotas de lluvia al mezclarse con los gases adheridos a las cenizas pueden causar la lluvia ácida, perjudicial tanto para las personas, animales y vegetación, como para estructuras metálicas. Los gases y cenizas emitidos por el volcán producen contaminación natural y lluvias ácidas e incluso, si la erupción es fuerte, pueden alterar el clima mundial. Las fuertes erupciones pueden provocar terremotos y maremotos (tsunamis), como por ejemplo el volcán Krakatoa en sudeste asiático que provocó la muerte de 36 000 personas.
Contaminantes:La actividad volcánica es una fuente natural de contaminación, la cual aporta una cantidad considerable de contaminantes, principalmente a la atmósfera. Se ha documentado que dicha actividad representa riesgos para los ecosistemas y las poblaciones humanas que se ubican cerca de los edificios volcánicos, no obstante se ha descrito que incluso organismos que se localizan a distancias considerables de las zonas con actividad volcánica también pueden verse afectados. Dentro de los principales riesgos volcánicos destacan la emisión de ceniza y gases, relacionándose con la cantidad y el número de exposiciones a dichos eventos. En este contexto, la colaboración entre vulcanólogos, meteorólogos, químicos, biólogos, agrónomos y profesionales de la salud permitirá mitigar los riesgos de la actividad volcánica. El objetivo de esta revisión es presentar los riesgos para el medio ambiente y la salud asociados con la emisión de ceniza volcánica.

Actividad volcánica y sus efectos en el ambiente
Se han denominado volcanes de mayor riesgo a los que tienen probabilidades de experimentar una erupción explosiva en décadas o en menos tiempo, que carecen de análisis exhaustivo o monitoreo actualizado y que están rodeados por grandes poblaciones. La prevención de riesgos volcánicos depende del tipo de actividad que presente el volcán. Tales actividades van desde las columnas verticales de ceniza con alturas de diez a cuarenta kilómetros, cargadas de fragmentos de variados tamaños, hasta las caracterizadas por la circulación de una emulsión de ceniza caliente y densa, particularmente devastadora debido a su temperatura, que puede alcanzar los 500 ºC, y a su velocidad, entre diez y cien metros por segundo.

La actividad volcánica acaecida en Indonesia a causa de la erupción del volcán Tambora en 1815, provocó efectos claramente perceptibles por la cantidad de ceniza liberada. Las corrientes atmosféricas propiciaron su dispersión alrededor del planeta, provocando el llamado año sin verano, en 1816, debido a un oscurecimiento generalizado y un descenso marcado de la temperatura provocado por el material particulado suspendido .

Las erupciones explosivas del Monte Santa Helena en Washington (1980) y la del Pinatubo en Filipinas (1991) representaron un importante riesgo, especialmente este último, que arrojó una cantidad colosal de sulfatos a la estratosfera, lo que provocó un descenso de la temperatura mundial que se prolongó durante dos años. La erupción del Monte Santa Helena fue mayor que la registrada por el Chichón en México (1982), pero expulsó menos aerosoles a la atmósfera. La mayoría de las partículas emitidas por el Monte Santa Helena fueron grandes y sedimentaron desde la atmósfera en cuestión de semanas. Por su parte, el Chichón produjo una cantidad mayor de azufre, el cual formó dióxido de azufre, que después de reaccionar con el vapor de agua en la estratosfera, dio paso a una bruma de gotas de ácido sulfúrico, caracterizadas por su estabilidad química y sus elevados tiempos de sedimentación. Las predicciones del efecto final de la nube de polvo producida por el Chichón sobre el clima fueron que la nube provocaría un enfriamiento global en la superficie de la Tierra de 0.3 ºC.






Panorámica del Monte Santa Helena (Washington, EE.UU.) tomada en 1992, 12 años después de la erupción de 1980. Se puede apreciar la zona antiguamente cubierta por bosques de coníferas cuyos troncos aparecen alineados en la dirección de la nube ardiente que generó la erupción. Los troncos arrancados de cuajo se acumulan en la superficie del lago en la imagen de la derecha.

El estudio referente a las partículas suspendidas en la atmósfera de las zonas urbanas y rurales cercanas al volcán de Colima en México, reveló la presencia de material particulado con un tamaño comprendido entre 2.5 y 10 micras, partículas que fueron asociadas con padecimientos en vías respiratorias.

Efectos en nuestro país
Uno de los casos mas famosos de actividad volcanica en nuestro pais ocurrio en el sector sur en la Provincia de Villarrica gracias al volcan Chaiten que al erupcionar solto a la atmosfera miles de toneladas de cenizas que despues cayeron sobre el pueblo aledaño obligando a evacuar a todos sus habitantes

jueves, 8 de noviembre de 2012

Origen y efectos de los sismos

Cambios del relieve
Los grandes cambios del relieve terrestre, han ocurrido a través de millones de años de la larga historia geológica de nuestro planeta.
Muchas veces nos hemos preguntados como ha llegado a producirse el volcanismo que observamos, la respuesta es simple, es el resultado combinado de la fuerza interna y externa.
La estructura de una región se produce por la fuerza interna que actúan, como el vulcanismo y diastrofismo, construyendo el relieve.
Vulcanismo: no incluye solamente los volcanes, sino todos los fenómenos relacionados con los movimientos de las rocas en estado de fusión.
Diastrofismo: es la fuerza que produce perturbaciones y dislocaciones en la litosfera, por su acción han resultado las mayores desigualdades en la superficie terrestre.
El relieve es variable ya que existen fuerzas externas que son el viento, el agua, los cambios de temperaturas, las olas y los glaciares, cuyos efectos reciben el nombre de moderado o gradación.
Modelado o gradación: Tienden a destruir las diferencias de superficie en la litosfera, sin lograrlo perfectamente.
Algunos fenómenos producidos por los cambios del relieve son: el volcanismo, la formación de cordilleras y los sismos.
¿Qué son los Sismos? Y cómo se producen?
Corresponde al proceso de generación de ondas y su posterior propagación por el interior de la Tierra. Al llegar a la superficie de la Tierra, estas ondas se dejan sentir tanto por la población como por estructuras, y dependiendo de la amplitud del movimiento (desplazamiento, velocidad y aceleración del suelo) y de su duración, el sismo producirá mayor o menor intensidad. Se mide con un instrumento llamado sismógrafo y el registro obtenido es denominado sismograma.
Las ondas primarias o longitudinales son las ondas sonoras, que viajan mas rápidamente que las restantes y las cuales producen los grandes ruidos o truenos que se escuchan, a veces, antes que se produzca la sacudida del terremoto en la superficie terrestre.
Las ondas secundarias o transversales, estas son las ondas que producen los movimientos de la litosfera. Se produce cuando estas llegan a la superficie y pueden propagarse a toda la circunferencia terrestre. Son las más destructivas.
¿Cuál es la velocidad de estas ondas?
Se puede demostrar teóricamente y se observa experimentalmente que la velocidad de las ondas es tal que:

VR,L < Vs < Vp
donde Vp, Vs y VR,L son las velocidades de las ondas P, S y de Rayleigh y Love respectivamente. Entre estas dos últimas no puede establecerse un orden de velocidades porque esta depende de muchos factores y no siempre viajan con la misma velocidad.
Las velocidades de las diferentes ondas dependen de las características del medio; por ejemplo, en rocas ígneas la velocidad de las ondas P es del orden de 6 Km/seg, mientras que en rocas poco consolidadas es de aproximadamente 2 Km/seg ó menor. Así, las ondas P de un terremoto originado en la costa de Acapulco serían percibidas en la Ciudad de México, en alrededor de 1 minuto.
Grandes sismos en chile:
Terremoto 08 de febrero de 1570 Concepción
Terremoto 17 de marzo de 1575 Santiago
Terremoto 13 de mayo de 1647 Santiago
Terremoto 19 de noviembre de 1822 Illapel Chiloé
Terremoto 20 de febrero de 1835 Concepción
Terremoto 13 de agosto de 1868 Arica
Terremoto 16 de agosto de 1906 Valparaiso
Terremoto 24 d enero de 1939 Chillan
Terremoto 22 de mayo de 1960 Valdivia

(Es cierto que no sólo Valdivia fue afectada por el famoso terremoto de 1960, es la ciudad donde se registró aquella tristemente célebre intensidad récord de XI a XII en Escala de Mercalli y 9,5 en Escala Richter. Simplemente el mayor movimiento telúrico jamás registrado.)
La intensidad de los sismos se puede medir a través de dos escalas.
Escala de Ritcher,
Representa la energía sísmica liberada en cada terremoto y se basa en el registro sismográfico. Es utilizada para evaluar y comparar la intensidad de los sismos. Esta escala mide la energía del terremoto en el epicentro o foco y sigue una escala de intensidades que aumenta exponencialmente de un valor al siguiente, de manera que cada punto de aumento puede significar un aumento de energía diez o más veces mayores. Se expresa en números árabes (1, 2, 3….) .

Es una escala abierta de modo que no hay un límite máximo teórico.
Escala de Mercalli:
Escala utilizada para evaluar y comparar la intensidad de los sismos. Va desde I a XII, y describe y puntúa los terremotos más en términos de reacciones y observaciones humanas.

No se basa en los registros sismográficos sino en el efecto o daño producido en las estructuras y en las sensaciones percibidas por la gente. Los grados no son equivalentes con la escala de Richter.

Placas tectónicas del mundo

Placas principales :
Placa Sudamericana | Placa Norteamericana | Placa Euroasiática | Placa Indoaustraliana | Placa Africana | Placa Antártica | Placa Pacífica
Placas secundarias:
Placa de Cocos | Placa de Nazca | Placa Filipina | Placa Arábiga | Placa Scotia | Placa Juan de Fuca | Placa del Caribe.
Otras placas:
Placa de Ojotsk | Placa Amuria | Placa del Explorador | Placa de Gorda | Placa Somalí | Placa de la Sonda.
Microplacas:
Placa de Birmania | Placa Yangtze | Placa de Timor | Placa Cabeza de Pájaro | Placa de Panamá | Placa de Rivera | Placa de Pascua | Placa de Juan Fernández.
Placas antiguas :
Placa de Kula | Placa de Farallón.
 File:Placas tectonicas es.svg

Placas tectónicas

Una placa tectónica o placa litosférica es un fragmento de litosfera que se mueve como bloque rígido sin que ocurra deformación interna sobre la astenósfera de la Tierra. La palabra tectónica deriva del griego antiguo τέκτων, τέκτωνος: nominativo y genitivo de singular de constructor, carpintero, y del sufijo ικα: relativo a.
La Tectónica de placas es una teoría que explica la estructura y la dinámica de la superficie terrestre. Establece que la litosfera (la porción superior más fría y rígida de la Tierra) está fragmentada en una serie de placas que se desplazan sobre la astenósfera.Esta teoría también describe el movimiento de las placas, sus direcciones e interacciones. La litosfera terrestre está dividida en placas grandes y en placas menores o microplacas. En los bordes de las placas se concentra actividad sísmica, volcánica y tectónica. Esto da lugar a formación de grandes cadenas y cuencas.
La Tierra es el único planeta del sistema solar con placas tectónicas activas, aunque hay evidencias de que en tiempos remotos Marte, Venus y alguno de los satélites galileanos, como Europa, fueron tectónicamente activos.




jueves, 25 de octubre de 2012

Origen de la tierra y de la luna.

Origen de la tierra:
El origen de La Tierra es el mismo que el del Sistema Solar. Lo que terminaría siendo el Sistema Solar inicialmente existió como una extensa mezcla de nubes de gas, rocas y polvo en rotación. Estaba compuesta por hidrógeno y helio surgidos en el Big Bang, así como por elementos más pesados producidos por supernovas. Hace unos 4.600 Millones de años, una estrella cercana se transformó en supernova y su explosión envió una onda de choque hasta la nebulosa protosolar incrementando su momento angular. A medida que la nebulosa empezó a incrementar su rotación, gravedad e inercia, se aplanó conformando un disco protoplanetario (orientado perpendicularmente al eje de rotación). La mayor parte de la masa se acumuló en su centro y empezó a calentarse, pero debido a las pequeñas perturbaciones del momento angular y a las colisiones de los numerosos escombros generados, empezaron a formarse protoplanetas. Aumentó su velocidad de giro y gravedad, originándose una enorme energía cinética en el centro. La imposibilidad de transmitir esta energía a cualquier otro proceso hizo que el centro del disco aumentara su temperatura. Por último, comenzó la fusión nuclear: de hidrógeno a helio, y al final, después de su contracción, se transformó en una estrella T Tauri: el Sol. La gravedad producida por la condensación de la materia –que previamente había sido capturada por la gravedad del propio Sol–, hizo que las partículas de polvo y el resto del disco protoplanetario empezaran a segmentarse en anillos. Los fragmentos más grandes colisionaron con otros, conformando otros de mayor tamaño que al final formarían los protoplanetas. Dentro de este grupo había uno situado aproximadamente a 150 millones de km del centro: la Tierra. El viento solar de la recién formada estrella arrastró la mayoría de las partículas que tenía el disco, condensándolas en cuerpos mayores.


Origen de la Luna:
El origen de la Luna es incierto, aunque existen evidencias que apoyan la hipótesis del gran impacto. La Tierra pudo no haber sido el único planeta que se formase a 150 millones kilómetros de distancia al Sol. Podría haber existido otro protoplaneta a la misma distancia del Sol, en el cuarto o quinto punto de Lagrange. Este planeta, llamado Theia, se estima que sería más pequeño que la actual Tierra, probablemente del mismo tamaño y masa que Marte. Iba oscilando tras la Tierra, hasta que finalmente chocó con esta hace 4.533 Ma. La baja velocidad relativa y el choque oblicuo no fueron suficientes para destruir la Tierra, pero una parte de su corteza salió disparada al espacio. Los elementos más pesados de Theia se hundieron hacia el centro de la Tierra, mientras que el resto se mezcló y condensó con el de la Tierra. Esta órbita pudo ser la primera estable, pero el choque de ambos desestabilizó la Tierra y aumentó su masa. El impacto cambió el eje de giro de la Tierra, inclinándolo hasta los 23,5º; siendo el causante de las estaciones (el modelo ideal de los planetas tendría un eje de giro sin inclinación, paralelo al del Sol, y por tanto sin estaciones).
La parte que salió despedida al espacio (la Luna), bajo la influencia de su propia gravedad se hizo más esférica y fue capturada por la gravedad de la Tierra.